¿Hay alguna manera mejor de celebrar tu cuarenta cumpleaños que ir de picnic y a ver pájaros con la mujer de tu vida? No, ¿verdad? Eso me parecía a mí.
Por cierto, gracias a todos por esos centenares de felicitaciones que he recibido por e-mail, facebook, twitter, genoom, teléfono e incluso en directo.